¿De dónde viene 3 Sirenas?
El mezcal artesanal de la sierra de Zihuaquio, en el estado de Guerrero, es una joya destilada que cautiva a los conocedores más exigentes. Cada gota de esta bebida ancestral es el resultado de un proceso tradicional llevado a cabo por maestros mezcaleros que han perfeccionado su oficio durante generaciones.
El corazón de este mezcal se elabora exclusivamente con agaves silvestres seleccionados cuidadosamente de las alturas de la sierra de Zihuaquio. Estas plantas crecen en un entorno agreste y montañoso, lo que les confiere características únicas y una complejidad de sabores inigualable. La recolección de los agaves se realiza de manera respetuosa y sostenible, preservando así la biodiversidad de la región.
Una vez recolectadas, las piñas de agave son cocidas lentamente en hornos de piedra, enterradas bajo tierra y cubiertas con hojas de maguey. Esta cocción lenta permite que los azúcares naturales del agave se caramelicen, aportando una dulzura ahumada al perfil de sabor del mezcal. Posteriormente, las piñas son trituradas por una rueda de piedra tirada por animales, liberando así los jugos esenciales que serán fermentados.
La fermentación ocurre de manera natural, utilizando levaduras salvajes presentes en el ambiente. Este proceso puede tomar varios días, durante los cuales los azúcares se convierten en alcohol, generando sabores y aromas únicos. Luego de la fermentación, el mosto es destilado en alambiques de cobre, donde se lleva a cabo la segunda etapa de refinamiento.
La destilación se realiza de forma lenta y cuidadosa, buscando capturar los sabores más delicados y las notas más sutiles del agave. Este proceso se lleva a cabo en dos destilaciones, lo que contribuye a la pureza y complejidad final del mezcal. El destilado resultante se recolecta y se embotella con gran atención al detalle, resaltando la calidad y el carácter único de esta bebida.
El mezcal artesanal de la sierra de Zihuaquio se distingue por su carácter robusto y distintivo. Con 48.5 grados de alcohol, ofrece una experiencia sensorial intensa y gratificante. En el paladar, se aprecian notas ahumadas, cítricas y herbáceas, complementadas por un toque de especias que evocan la tierra y el clima de la región. Cada sorbo es una invitación a descubrir la riqueza cultural y natural de Guerrero, llevando consigo siglos de tradición y savoir-faire.
Este mezcal artesanal es ideal para los conocedores que buscan una experiencia única y auténtica. Su producción limitada y cuidada artesanalmente lo convierte en un tesoro de la sierra de Zihuaquio, un verdadero deleite para los sentidos y un tributo al legado mezcalero de la región.